A la luz de la COP26, es más importante que nunca saber de dónde provienen nuestros alimentos. Pero un nuevo estudio ha revelado que los niños estadounidenses tienen un poco de confusión sobre el origen de su carne.
Aparentemente, un gran porcentaje tiene la impresión de que los productos cárnicos como el tocino y las hamburguesas provienen de plantas. El estudio brindó más información sobre el origen de esta confusión y las diferentes formas en que los niños valoran moralmente la vida animal en comparación con los adultos.
El estudio
Este estudio se llevó a cabo en 176 niños estadounidenses de entre 4 y 7 años de edad y observó el conocimiento de los niños sobre los orígenes de los alimentos comunes y sus juicios morales sobre matar animales mediante dos tareas de clasificación.
La primera tarea les mostró a los niños imágenes de diferentes alimentos, incluidas almendras, papas fritas, hamburguesas, tocino y palomitas de maíz. Luego tuvieron que clasificar las imágenes en cajas etiquetadas como animales y plantas según de dónde creían que provenía. Los investigadores dejaron cierto margen para errores menores dado lo pequeños que eran los niños, por ejemplo, si los niños marcaban los perritos calientes como salchichas, se consideraban correctos.
La segunda tarea consistía en mostrarles a los niños más imágenes de plantas y animales y pedirles que ordenaran las imágenes en cajas dependiendo de si pensaban que estaba bien comerlas o no.
Los resultados
Aproximadamente el 36 % de los niños pensó que las hamburguesas provenían de las plantas y el 41 % pensó que el tocino tenía un origen frondoso similar. Incluso los nuggets de pollo (donde la pista está en el nombre) fueron categorizados como a base de plantas por más de un tercio de los sujetos.
Las papas fritas fueron la mayor falta para esta muestra de niños duros, con casi el 47% de los niños categorizándolas como basadas en animales. Los niños también pasaron por alto con frecuencia las palomitas de maíz y las almendras, y más del 30 % las identificó incorrectamente.
Los niños en este estudio también informaron que valoran a los animales en un nivel moral más alto que los adultos.
Después de la segunda tarea, los investigadores pudieron identificar a los niños, especialmente a edades más jóvenes, asumiendo que los animales no se comían. Y el 85 % de sus errores en la segunda tarea fueron las ocasiones en que los niños clasificaron los alimentos como no correctos para comer incorrectamente.
La mayoría de los niños pequeños presentaron a los mamíferos como no aptos para comer, siendo los mamíferos en general los más altos que colocaron en esta categoría. Mientras que la mayoría pensaba que el pescado estaba bien para comer.
¿Por qué estos niños están tan confundidos?
Los investigadores encontraron que esta confusión era probable que los padres fueran reacios a hablar sobre los orígenes de la carne con sus hijos. Citan un estudio de 2018 que identificó que los padres sentían un conflicto entre esperar que los niños ya supieran de dónde viene la carne y querer evitar tener esa conversación difícil con sus hijos.
También identificaron algunos casos en los que los padres evitan deliberadamente contarles a sus hijos sobre los orígenes de su perrito caliente “en un intento de salvaguardar la inocencia de los niños”.
Los investigadores también identificaron que existe un elemento práctico para que los padres eviten esta conversación en caso de que sus hijos decidan evitar la carne por completo, lo que significa que tendrán que cocinar diferentes comidas para sus hijos cada noche.
Las conclusiones
Los investigadores concluyeron que lo más probable es que la confusión se deba a la falta de educación y discusión sobre este tema por parte de padres y maestros. También pudieron concluir que, en general, los niños tienen un valor moral más alto para los animales que los adultos. Sin embargo, esto tiende a cambiar a medida que los niños crecen y las ideas sociales se les transmiten desde su entorno.
Mensaje para llevar a casa
Por mucho que un campo de plantas de tocino suene genial, desafortunadamente no existen en este momento.
A partir de este estudio, queda claro que los niños necesitan más conversaciones sobre el origen de sus alimentos, especialmente si, como sociedad, buscamos adoptar dietas flexitarianas y veganas por el bien del planeta.
Hay algunas excelentes recetas vegetarianas y veganas en nuestro blog si acabas de darte cuenta de que el tocino no crece en los árboles.