Podrías pensar que la entomofagia, comer insectos, es una práctica novedosa, o que proviene del lejano oriente, pero en realidad tiene sus raíces muy atrás en la historia del hombre. Los cazadores-recolectores comían insectos sin pensarlo dos veces. No solo saben bien, los insectos también están repletos de nutrientes, lo que los convierte en la versión prehistórica de los complementos alimenticios. Puedes leer más sobre su potencial nutricional aquí.
Hoy en día, los insectos han perdido en gran medida su función de proporcionar una fuente de proteínas. En un futuro cercano, sin embargo, podrían estar haciendo una gran reaparición. He aquí por qué:La población mundial está creciendo exponencialmente, lo que conducirá a un aumento masivo en la demanda de alimentos. Un tercio de toda la tierra seca de la Tierra ya se está utilizando con fines agrícolas. Se estima que la producción tradicional de alimentos no podrá satisfacer la creciente demanda. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, los insectos son una de las soluciones más prometedoras para este problema.
Entonces, ¿cuál es exactamente el problema principal?
La producción ganadera tradicional requiere mucho espacio y no es efectiva para convertir el alimento en proteína. Una vaca, por ejemplo, requiere 7 kilogramos de alimento para ganar un kilogramo de masa corporal. Los insectos solo requieren 2 kilogramos de alimento para crecer 1 kilogramo de masa. Su número aumenta rápidamente. Un insecto puede producir entre 100 y unos pocos miles de huevos, mientras que los animales solo tienen unas pocas crías. Si fueras un empresario moderno, cuyas decisiones están guiadas por datos medibles, ¿qué especie elegirías para cultivar?
La producción de cultivos como el trigo y la soja está devastando nuestro medio ambiente al usar grandes campos y lanzar toneladas de pesticidas al aire todos los días. La producción ganadera no es mejor, ya que produce enormes cantidades de gases de efecto invernadero y los animales están llenos de químicos, que todavía están presentes en la carne cuando la comemos. Los insectos se crían sin hormonas artificiales, pesticidas u otros estimulantes del crecimiento. Se pueden cultivar verticalmente en instalaciones de varios pisos construidas en el aire como rascacielos o bajo tierra.
Los escuché por primera vez en una conferencia en la Facultad de Veterinaria el año pasado y la idea me obsesionó.
Antes de eso, quería ser cirujano de pequeños animales. La idea de los insectos comestibles me inspiró y comencé a investigar a gran escala sobre los insectos como posible fuente de alimento para la humanidad. La Facultad de Veterinaria me apoyó en mi búsqueda brindándome un mentor. En el otoño de 2014 compré un pequeño paquete de gusanos de la harina en la tienda de mascotas local y comencé a criarlos en un acuario en mi habitación. Me sorprendió su valor nutricional y lo fácil que es cultivarlos. La idea de cultivar mi propia fuente de proteína se apoderó de mí. Cuando los probé por primera vez me quedé asombrado. Estaban deliciosos, pero la gente en general no estaba tan emocionada como yo.
Aunque los insectos son extremadamente saludables y su producción es altamente sostenible, es difícil persuadir a las personas para que los coman. Descubrimos que es mucho más fácil si los servimos en forma de polvo. Así nació ZoicBar. Hicimos una deliciosa barra de proteína con polvo de gusano de la harina e ingredientes alimentarios reales, no se permiten suplementos.
Vemos las barras de proteínas como el rompehielos perfecto para reintroducir insectos en la nutrición diaria. Únete a nuestra misión y sé parte de nuestra historia. Aceleremos el viaje de la humanidad hacia la tan necesaria revolución agrícola del siglo XXI.
Visite nuestro sitio web zoicbar.com para obtener más información sobre los insectos comestibles, así como nuestra historia y misión.
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