El hambre extrema le sucede a algunas personas cuando siempre sienten hambre y, a veces, sienten demasiada hambre. En general, se supone que debemos sentir hambre cuando nuestro cuerpo necesita más energía, por lo que es frustrante sentir hambre siempre, incluso cuando ya ha comido lo suficiente.
Un estómago gruñendo o el deseo de comer debería ser una indicación de que necesita repostar y recargar sus recursos calóricos. Sin embargo, una necesidad genuina de comida no es la única razón por la que puede sentir hambre. También nos sentimos obligados a comer regularmente por razones distintas al hambre, desde condiciones médicas hasta angustia emocional.
Para algunas personas, el hambre extrema puede ser una parte constante de su experiencia diaria. No importa cuánto coman o cuán cuidadosamente planifiquen sus comidas, es posible que siempre tengan hambre y quieran más y más comida.
Comprender las razones del hambre extrema y comprender por qué es posible que desee comer con más frecuencia que otros podría ayudarlo a obtener un mayor control sobre su apetito.
Es probable que las personas con hambre extrema necesiten desarrollar una relación más sana con la comida y abordar las causas subyacentes de su hambre extrema.
Causas y síntomas del hambre extrema
Hay muchas razones por las que podrías sentir hambre extrema con más frecuencia de la que deberías. Tenga en cuenta que hay diferentes tipos de hambre, como:
- Hambre física :Esta es la sensación que sientes cuando realmente necesitas comer. El estómago se expande y se contrae a lo largo del día. Cuando comes, una hormona llamada leptina te permite saber cuándo estás lleno. Cuando su estómago está vacío, se contrae y produce una hormona llamada grelina, que es la hormona que le da hambre y le anima a comer.
- Hambre psicológica :El hambre emocional o psicológica no es el resultado de un estómago vacío. En cambio, asocias otro sentimiento de vacío con la necesidad de comer. El hambre psicológica a menudo es el resultado de altos niveles de estrés o tristeza.
- Hambre médica :Las razones médicas también pueden hacer que te sientas más hambriento de lo que deberías. El hipertiroidismo causa problemas con el metabolismo en el cuerpo, provocando hambre excesiva debido a una falta general de energía. La hipoglucemia, por otro lado, se produce cuando no tiene suficiente azúcar en la sangre, lo que provoca sensación de hambre.
Los síntomas del hambre extrema pueden variar según la causa del deseo de comer. Si realmente tiene hambre, es probable que sufra dolores de estómago, sudoración excesiva, mareos y fatiga. Incluso puede notar cambios en su estado de ánimo. Si su hambre es causada por otras razones, puede provocar síntomas adicionales, como dificultad para dormir, nerviosismo e irritabilidad.
Las personas que sufren de hambre constante y extrema a menudo se describen como "polifagia". Este es el término científico para el hambre que no desaparece cuando has comido. Los síntomas comunes de la polifagia son:
- Hambre extrema y sensación de deseo fuerte u obsesivo de comer
- Comer más calorías que la mayoría o atracones
- Nunca sentirse satisfecho después de una comida
- Aumento de peso
- Pensar constantemente en la comida
- Mareos
- Irritabilidad, ansiedad o estrés
- Estreñimiento o diarrea
- Frecuencia cardíaca más rápida
- Cambios en tu ciclo menstrual
- Problemas con la concentración y el enfoque
Si no se trata, el hambre extrema puede conducir a una variedad de otros problemas, incluido el aumento de peso y la obesidad, que aumentan las posibilidades de diabetes, insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular.
Razones por las que algunas personas siempre tienen hambre
Sentirse constantemente hambriento puede ser un signo de una serie de problemas internos, desde problemas con sus elecciones dietéticas hasta problemas con su salud emocional. Lo importante que debe recordar es que si su hambre no es causada por una necesidad real de alimentos, comer no necesariamente resolverá el problema y podría causar otros problemas, como aumento de peso y reducción de la autoestima.
Estas son algunas de las razones más comunes por las que siempre tienes hambre:
1. Su control del apetito es deficiente
Todos tenemos cierta capacidad para controlar nuestro apetito, que está parcialmente influenciada por nuestra genética. Algunas personas pueden detectar fácilmente cuándo realmente necesitan más alimentos, mientras que otras sienten una demanda constante de energía. Las hormonas en su cuerpo responsables de controlar el hambre son la insulina, la grelina y la leptina. Un desequilibrio en estas hormonas dificulta el manejo de la ingesta y el gasto de energía.
Su genética juega un papel importante en la eficacia con la que funcionan sus hormonas del hambre, por lo que vale la pena hacerse una prueba de ADN para obtener información sobre posibles problemas genéticos de control del apetito. Su prueba de ADN también podría indicar si puede tener niveles de leptina más bajos de lo normal (lo que significa que le resulta más difícil sentirse "lleno") o niveles más altos de grelina que lo hacen sentir más hambriento.
Las hormonas del hambre también están influenciadas por la dieta y el estilo de vida. Por ejemplo, comer demasiados carbohidratos refinados le dará picos de azúcar en la sangre, pero es probable que sus niveles de saciedad disminuyan con bastante rapidez, lo que generará otra demanda de alimentos.
2. Confundes la sed con el hambre
Una de las razones más comunes por las que las personas sienten hambre constantemente es que no saben cómo distinguir la necesidad de alimentos de la deshidratación. Todos necesitamos una ingesta constante de agua para mantenernos lo más saludables posible. Beber suficiente agua promueve la salud del cerebro y el corazón, pero también mantiene saludable el sistema digestivo, para que pueda controlar la ingesta de alimentos y el apetito de manera adecuada.
Cuando tenemos sed, a menudo podemos confundir este deseo de líquido con una necesidad de comida. La necesidad de agua puede enviar señales similares a nuestro cerebro como un deseo de calorías. Para asegurarse de no comer cuando en realidad solo tiene sed, vale la pena tomar un vaso o dos de agua antes de comer algo. También puedes intentar comer más alimentos ricos en agua como la sandía y el pepino.
3. Tus niveles de proteína son bajos
¿Es posible que sienta hambre extrema porque no obtiene suficiente proteína en su dieta? El cuerpo necesita una determinada combinación de macronutrientes. Estos incluyen grasas, proteínas y carbohidratos. La falta de proteínas en la dieta es una de las causas más comunes del control deficiente del apetito. La proteína no solo nos da energía, también ayuda a reducir nuestra sensación de hambre y aumenta la producción de leptina.
Para los vegetarianos y veganos, consumir suficientes proteínas puede ser difícil, ya que muchas fuentes de proteínas provienen de animales. Sin embargo, es posible aumentar la ingesta de proteínas con soja, cereales y legumbres y diversos productos lácteos. Los estudios muestran que las personas que comen porciones más altas de proteínas tienen más probabilidades de reportar una mejor "saciedad" y menos obsesiones con la comida.
4. Te estás perdiendo grasas y fibra
La proteína no es el único nutriente que tiene un impacto directo en la sensación de saciedad. La grasa y la fibra también son herramientas cruciales en el control del apetito. Si bien es posible que desee evitar las grasas en su dieta si le preocupa aumentar de peso, comer suficientes grasas saludables puede ayudarlo a reducir sus niveles de hambre.
Un estudio encontró que los adultos que seguían una dieta baja en grasas tenían un mayor antojo de carbohidratos y alimentos con alto contenido de azúcar. Estos participantes también tenían una mayor sensación de hambre que las personas con una dieta baja en carbohidratos. La clave para comer suficientes grasas es centrarse en las grasas de alta calidad, como los triglicéridos de cadena media y los ácidos grasos como el omega 3 y el omega 6.
Junto con la grasa, la fibra también es crucial para mantener el hambre bajo control. Los alimentos ricos en fibra reducen la velocidad a la que el estómago se vacía, ya que tardan más en digerirse. La fibra también influye en la liberación de leptina para reducir el apetito, por lo que se siente lleno por más tiempo. Trate de comer más alimentos ricos en fibra, como avena, batatas y semillas de lino.
5. Tu dieta está llena de carbohidratos refinados
Los carbohidratos vienen en una variedad de formas diferentes. Los carbohidratos complejos pueden ayudar a mejorar la sensación de saciedad porque suelen estar llenos de fibra. Sin embargo, los carbohidratos simples o “carbohidratos refinados” pueden tener el efecto contrario. Los carbohidratos refinados no tienen el mismo contenido de fibra que sus contrapartes complejas, por lo que es más probable que tu cuerpo los digiera muy rápido.
Comer carbohidratos refinados también provoca picos en el azúcar en la sangre, lo que conduce a niveles más altos de insulina. Cuando se libera una gran cantidad de insulina en el cuerpo a la vez, elimina el azúcar de la sangre, lo que provoca hipoglucemia, lo que hace que el cuerpo busque alimentos adicionales. Reemplazar los carbohidratos refinados, como la harina blanca y los productos horneados, con alimentos integrales, como las legumbres y las verduras, puede ayudar a controlar el apetito.
6. No estás durmiendo lo suficiente
Los buenos patrones de sueño son esenciales para la salud de cualquier persona. El sueño mantiene tu cerebro funcionando como debería, además de jugar un papel importante en tu metabolismo y control del apetito. Cuando no duerme bien, puede experimentar niveles más altos de "grelina", lo que hace que sienta más hambre.
Un estudio encontró que las personas que no habían dormido durante una sola noche informaron que se sentían mucho más hambrientas. Estos participantes también eligieron porciones hasta un 14 % más grandes que un grupo que durmió 8 horas. Para administrar su producción de leptina y mantener su apetito bajo control, debe dormir al menos de 7 a 9 horas cada noche.
7. Está lidiando con demasiado estrés
El estrés es una respuesta natural en el cuerpo e incluso puede ser beneficioso en algunas situaciones. Sin embargo, las personas que se enfrentan a niveles de estrés más altos de lo normal a menudo pueden sentir más hambre que la mayoría. Esto se debe a que cuando estás estresado, tu cuerpo aumenta los niveles de cortisol, lo que también puede promover los antojos de alimentos y el hambre.
En un estudio, se descubrió que las mujeres que experimentaban niveles más altos de estrés consumían más calorías que las personas que no estaban estresadas. También eligieron alimentos que eran menos nutritivos que sus contrapartes, a menudo optando por productos ricos en azúcar. Hacer ejercicio, meditar o incluso practicar yoga puede ayudar a reducir los niveles de estrés y controlar el hambre.
8. Sus medicamentos están influyendo en su hambre
Hay muchos medicamentos que, aunque son beneficiosos, pueden aumentar el apetito como efecto secundario. Los culpables más comunes son los medicamentos que se usan para tratar la depresión y el estado de ánimo. Los medicamentos antipsicóticos y anticonvulsivos, así como los corticosteroides, también pueden tener un impacto sobre el hambre.
El hambre excesiva o extrema suele ser común entre las personas con diabetes porque los productos a base de insulina pueden promover la grelina y aumentar el apetito. Vale la pena verificar la información incluida con su receta para determinar si sus medicamentos pueden estar influyendo en su sensación de hambre. Su médico puede recomendarle un medicamento alternativo si es necesario.
En general, el hambre extrema se considera un problema médico que debe abordarse absolutamente con su médico.