Con tantas cosas sucediendo en 2020, puede ser fácil dejar que algo tan aparentemente insignificante como "unos cuantos kilos de más" se quede en el camino. De hecho, un gran número de personas se consuelan comiendo, y comiendo mal, en momentos de estrés. Pero, ¿qué impacto tienen nuestros placeres culpables a largo o incluso a corto plazo?
Las cosas que conducen al aumento de peso de Covid-19 (comer por estrés, falta de ejercicio, recurrir a la comida chatarra) en realidad pueden crear nuevos problemas de salud. Si bien pueden aliviar a corto plazo, estos comportamientos pueden aumentar la ansiedad y el estrés y debilitar nuestro sistema inmunológico.
Los peligros de la comida reconfortante
Las dietas de muchas personas, o incluso sus hábitos alimenticios estándar, se fueron por la ventana a principios de 2020. La noticia de la pandemia, la extraña experiencia de estar encerrado, el mayor estrés financiero, estos factores y otros llevaron a muchos a creer que sus la dieta era la menor de sus preocupaciones.
Con tantas reglas nuevas que restringen nuestro comportamiento, algunos de nosotros recurrimos a lo único que podíamos controlar:lo que comemos. Incluso algunos que antes eran disciplinados en sus hábitos alimenticios se aventuraron en aguas dietéticas desconocidas en un intento por recuperar un poco de libertad y autonomía.
Y es común que las personas busquen consuelo en alimentos que les den una oleada de satisfacción:dulces, carbohidratos, comida chatarra, golosinas. En tiempos de incertidumbre e incluso de dolor, las personas a veces recurren a hábitos que brindan comodidad, tienen valor sentimental o brindan una familiaridad adormecedora. Desafortunadamente, esto puede conducir a hábitos dietéticos de autosabotaje y aumento de peso no deseado.
Un estilo de vida cada vez más sedentario
Pero no se trata solo de una falta de vigilancia en nuestra alimentación. Con tantas personas suspendidas, trabajando desde casa y evitando salidas innecesarias (incluido el gimnasio), la mayoría de nosotros no estamos haciendo el ejercicio o los pasos diarios recomendados.
Un estilo de vida sedentario no solo conduce al aumento de peso, sino que también puede comprometer nuestra salud en general y exacerbar problemas como la ansiedad y la depresión. Si bien podemos pensar que nos estamos consolando tomando esa pinta de helado o plantándonos en nuestro escritorio durante 9 horas, en realidad nos estamos preparando para el fracaso al poner combustible de baja calidad en nuestros tanques.
Formas fáciles de reducir los kilos de COVID-19
Hay muchos pasos simples que podemos tomar para asegurarnos de mantener nuestros cuerpos y mentes en plena forma a pesar de nuestras circunstancias y estilos de vida modificados. Estos son algunos consejos rápidos para mantener una salud óptima durante el Covid-19:
- Haga caminatas:incluso durante la COVID, puede caminar, andar en bicicleta y trotar en su vecindario. Solo asegúrese de usar una máscara si es obligatorio y mantenga el distanciamiento social adecuado.
- Elija una dieta rica en frutas y verduras:cuanto mejor coma, mejor se sentirá.
- Sea creativo:suba las escaleras, invierta en pesas de mano, encuentre un ejercicio fácil en casa que disfrute, suscríbase a una clase gratuita de yoga, pilates o aeróbicos en YouTube.
- Disfruta de los dulces:cuando tengas antojo de dulces, opta por frutas frescas o un batido.
- Pida ayuda:pídales a otras personas de su hogar que lo hagan responsable de mantener su mente y su cuerpo en un estado de salud óptimo.
La buena noticia es que la mayoría de los hábitos que llevaron al aumento de peso por la COVID-19 no fueron dramáticos y aún no están profundamente arraigados. Unos pequeños ajustes en nuestra dieta y nuestros hábitos de ejercicio pueden ayudarnos a volver al buen camino con nuestra salud y nuestro peso.