Un nuevo estudio que aparecerá en The Journal Neuroscience ilustra que es la forma en que el cerebro responde a las señales de alimentos cuando las personas no tienen hambre lo que predice el aumento de peso y que las razones por las que las personas aumentan de peso pueden ser fundamentalmente diferentes.
La forma en que el cerebro responde mientras toma un delicioso batido puede predecir quién aumentará de peso y quién no, pero solo si el individuo acaba de comer y tiene un determinado perfil genético, según muestra un nuevo estudio de imágenes cerebrales realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de Yale. /P>
"Lo que muestra este estudio es que diferentes circuitos neuronales confieren susceptibilidad al aumento de peso dependiendo del genotipo de un individuo", dijo Dana Small, profesora de psiquiatría y psicología, subdirectora del Laboratorio John B Pierce y autora principal del estudio. "La implicación es que podríamos comenzar a pensar en adoptar un enfoque más individual para la prevención y el tratamiento de la obesidad".
Cuando los sujetos tienen hambre, el hipotálamo, el principal regulador homeostático que inicia la alimentación, envía señales a la amígdala, parte del cerebro crucial en el procesamiento de estímulos. Pero esta red se invirtió cuando los sujetos comieron una comida antes de tomar un sorbo de la malteada, encontraron los investigadores. Cuando está completamente alimentada, la amígdala envía una señal al hipotálamo.
Esto fue cierto en todos los sujetos, pero los investigadores encontraron que la fuerza de la respuesta de la amígdala predijo si los sujetos aumentarían de peso, pero solo para las dos terceras partes de los sujetos que poseían un genotipo asociado con un alto número de receptores de dopamina, un neurotransmisor involucrado en las respuestas a la recompensa. Y esta predicción se mantuvo solo para sujetos completamente alimentados.
Small dijo que alrededor de un tercio de la población posee una segunda variante genética asociada con menos receptores de dopamina. En estos individuos es la respuesta en el cuerpo estriado dorsal, una región crítica para la formación de hábitos, lo que predice el aumento de peso. Las personas con este genotipo también son más propensas a la adicción y al comportamiento impulsivo, dijo.
Xue Sun de Yale es el autor principal del estudio, que fue financiado por los Institutos Nacionales de Salud.
Publicación :En prensa – The Journal Neuroscience