Se dice que esta baya en forma de corazón significa pureza, pasión y curación. Un pariente cercano de la rosa, esta baya única es la única fruta que lleva sus semillas fuera en lugar de dentro. Los antiguos romanos creían que las fresas podían aliviar la melancolía, la fiebre, la inflamación, la infección de garganta, los cálculos renales y muchas otras enfermedades. ¡Estos diez beneficios para la salud de las fresas te harán desear campos de fresas para siempre!
- Prevenir el cáncer de esófago: La investigación muestra que en seis meses, el agua potable mezclada con polvo de fresa liofilizado ha sido capaz de reducir significativamente el 80 % de las células cancerosas en desarrollo dentro del esófago de las ratas, y se proyecta que también tendrá resultados consistentes en el cáncer de esófago humano.
- Combate la artritis y la gota: Llenas de antioxidantes y agentes desintoxicantes, las fresas pueden ayudar eficazmente a erradicar enfermedades inflamatorias como la artritis y la gota para siempre. Esta fruta tiene compuestos que alivian el dolor y la inflamación asociados con estas dolencias causadas por los radicales libres que existen dentro del cuerpo. Un estudio reciente mostró que las mujeres que comían más de 16 o más fresas por semana tenían niveles de inflamación mucho más bajos. También tenían un 14 % menos de probabilidades de tener niveles elevados de proteína C reactiva (PCR) en la sangre, lo que indica una inflamación alta.
- Digestión saludable y quema de grasa almacenada: Como están llenas de fibra, las fresas mantienen la regularidad y aclaran los intestinos. Las antocianinas, el antioxidante rojo de las fresas, hacen que la grasa almacenada se queme mucho más rápido que cuando se ingieren alimentos sin ella. El nitrato, también presente en esta súper fruta, estimula el oxígeno y el flujo de sangre dentro del cuerpo; esto a su vez inspira la pérdida de peso.
- Repleto de ácido fólico: Estas súper bayas le brindan a su cuerpo folato, un tipo esencial de ácido fólico que se encuentra en los alimentos. Sin una cantidad suficiente de esta vitamina B, puede ser susceptible a afecciones como enfermedad vascular, aterosclerosis y disminución de la función cognitiva.
- Promover la salud ósea: Las fresas contienen potasio, magnesio, vitamina K y son importantes para fortalecer los huesos.
- Enfermedad cardiovascular inferior: Los flavonoides reducen nuestro riesgo de enfermedades cardíacas e hipertensión al reducir el colesterol LDL. Un estudio muestra que aquellos que comen tres o más porciones de estas bayas pueden reducir el riesgo de un ataque al corazón en un 32 %.
- Impulso enorme del sistema inmunológico: Las fresas tienen un excedente de vitamina C (alrededor del 113 % de la ingesta diaria recomendada), que es más que suficiente de lo que su cuerpo necesita para obtener los beneficios. Cuando se consume vitamina C durante situaciones estresantes, en realidad tiene la capacidad de disminuir la presión arterial a un nivel normal, previniendo el desarrollo de hipertensión.
- Aumentar la función cerebral: Los radicales libres son los culpables cuando se trata de signos de envejecimiento y muchos otros problemas dentro del cuerpo humano. Específicamente, hacen que el tejido cerebral disminuya y que los neurotransmisores se debiliten mucho. Sin embargo, la vitamina C y los fitonutrientes de las fresas contrarrestan algunas de estas condiciones cuando se ingieren regularmente. El yodo, que es otro nutriente en el que abunda la fresa, mantiene el sistema nervioso y la función cerebral adecuados. Las antocianinas también tienen la capacidad de mejorar drásticamente la memoria a corto plazo.
- Eliminador de arrugas: Junto con la biotina, que es necesaria para mantener el cabello y las uñas duraderos, las fresas también contienen el ácido elágico antioxidante, que defiende las fibras flexibles de nuestra piel y le permite lucir joven.
- Combate la presión arterial alta: El potasio, un vasodilatador, y el magnesio reducen de manera eficiente la presión arterial alta, que puede verse aumentada por la ingesta de sodio, entre otros factores de riesgo, como la dieta. El consumo regular de fresas no solo ayuda a prevenir la hipertensión, sino que también mantiene niveles saludables de oxígeno al permitir un flujo sanguíneo constante en todo el cuerpo.