Hace miles de años, los emperadores chinos ordenaron que se plantaran huertos de albaricoques en todo su reino. Los comerciantes vieron el atractivo masivo de la fruta dorada y los cargaron en sus caravanas mientras se dirigían al oeste, ganando clientes leales en todos los lugares a los que viajaban. Los albaricoques incluso terminaron en la mitología griega. Muchos creen que las Manzanas Doradas de las Hespérides, la fruta que Hércules tuvo que recoger en el undécimo de sus doce trabajos, era en realidad un albaricoque.
La fruta continúa brindando una fuerza hercúlea a las personas hambrientas en la actualidad. HFR ha identificado los 10 principales beneficios para la salud de los albaricoques:
- Previene la anemia: Hay dos tipos de hierro:hemo y no hemo. El primero se encuentra en las carnes, pero el segundo es común en las plantas, incluidos los albaricoques. Son ricos en hierro no hemo, que el cuerpo absorbe más lentamente. También permanece en el cuerpo por más tiempo, previniendo el desarrollo de anemia.
- Bueno para la vista: Es fácil ver por qué deberías comer albaricoques. Están llenos de vitamina A y betacaroteno, que fortalecen los nervios ópticos al prevenir la degeneración macular que acompaña al envejecimiento.
- Antiinflamatorios: Los albaricoques son ricos en catequinas, un grupo de flavonoides que inhiben enzimas clave en el proceso de inflamación. Las catequinas se unen a estas enzimas y producen una fuerte reacción antiinflamatoria.
- Reduce el riesgo de enfermedad del hígado graso: Los albaricoques previenen la esteatosis hepática (también llamada enfermedad del hígado graso) y otros tipos de daño hepático. Un estudio en animales encontró que los albaricoques reducían el daño hepático, lo que reducía el riesgo de enfermedad del hígado graso.
- Apoya el sistema digestivo: Un albaricoque pequeño tiene fibra, que ayuda a una digestión saludable al ayudar a las personas a descomponer los alimentos y absorber los nutrientes que contienen. La fibra también regula los niveles de azúcar en la sangre.
- Saludable para el corazón: Los antioxidantes y minerales como el potasio y la fibra en los albaricoques optimizan la salud del corazón y benefician a todo el sistema cardiovascular. Los altos niveles de magnesio y fibra protegen las arterias del bloqueo y estimulan el flujo sanguíneo sin problemas.
- Regula la presión arterial: Una buena salud cardiovascular significa una presión arterial equilibrada. Los albaricoques son ricos en potasio, que mantiene la presión arterial en un nivel óptimo y reduce las posibilidades de sufrir un derrame cerebral.
- Elimina los radicales libres: Los albaricoques están llenos de antioxidantes que les otorgan propiedades inhibidoras del cáncer y previenen el crecimiento de células malignas. De hecho, las semillas de albaricoque y el jugo de albaricoque son consumidos por algunas de las personas con la esperanza de vida más larga del mundo.
- Promueve una piel sana: ¿Alguna vez se preguntó por qué hay tantos productos para el cuidado de la piel de albaricoque? Es porque la vitamina A, la vitamina C y los fitonutrientes son necesarios para mantener una piel saludable, y todos ellos se encuentran en los albaricoques. Ralentizan el proceso de envejecimiento, reemplazando las células muertas con células de piel más nuevas a un ritmo más rápido. Las células muertas de la piel forman arrugas, mientras que las células nuevas se ven claras y enseñadas. La vitamina A también ahuyenta las imperfecciones del acné y ayuda a curar las cicatrices antiguas.
- Promueve huesos saludables: El potasio que se encuentra en los albaricoques neutraliza los ácidos metabólicos que agotan los huesos y que acaban con la salud ósea. ¡Mantén tus huesos fuertes y a salvo de la osteoporosis comiendo albaricoques!