Ahora que ha llegado el invierno, aquellos de nosotros que somos entusiastas del ejercicio, o al menos intentamos serlo, nos vemos obligados a hacer la mayoría de nuestras actividades físicas al aire libre en el frío. Y aunque sufrimos las temperaturas más frías con la intención de mantenernos en forma y saludables, un nuevo estudio ha indicado que tal vez un ambiente frío para hacer ejercicio podría estar contradiciendo los esfuerzos de su dieta.
Un equipo de investigadores en Escocia e Inglaterra realizó un estudio para descubrir cómo la temperatura del ejercicio afecta el apetito después del entrenamiento. Lo que encontraron podría hacerte replantearte dónde optas por hacer ejercicio este invierno.
Durante la primera prueba, los participantes se ejercitaron en una caminadora en una habitación a 68 grados. Luego se hizo el mismo entrenamiento en una habitación que tenía 46 grados. Después de cada entrenamiento, se tomaba una muestra de sangre para medir las hormonas del apetito y se les ofrecía un buffet a cada uno de ellos. Los investigadores notaron qué alimentos eligieron comer los participantes después de los entrenamientos y encontraron una tendencia significativa en el consumo de más calorías y carbohidratos después de hacer ejercicio en las bajas temperaturas. Las muestras de sangre después del entrenamiento en frío también mostraron niveles más altos de grelina, una hormona que provoca el hambre, en comparación con el entrenamiento a temperatura más cálida.
Los participantes tenían más hambre después de hacer ejercicio en el frío, pero no habían quemado más calorías que cuando hacían ejercicio en temperaturas más cálidas. La razón es que en temperaturas frías, la sangre no tiene que circular para liberar el exceso de calor, ya que mantiene el cuerpo caliente. En cambio, circula por el cuerpo y distribuye bioquímicos desde el estómago y otros órganos, lo que provoca la liberación de grelina. Por lo tanto, hacer ejercicio en el frío en realidad puede desencadenar la necesidad de tomar un pastelito después de una sesión de ejercicio, lo que contradice tus intenciones.
Entonces, este invierno, si está tratando de mantener una dieta saludable sin comer en exceso, intente elegir actividades de ejercicio que pueda hacer en el interior. Después de todo, correr con un clima de 40 grados no es exactamente el ambiente más agradable de todos modos.
Obtenga más información sobre el estudio en New York Times Health.