Cambiar cualquier cosa en tu vida puede ser difícil, especialmente cuando se trata de tus hábitos alimenticios y de incorporar alimentos más saludables. En la sociedad actual, no es raro ver a alguien comiendo comida rápida. De hecho, es demasiado frecuente y aceptable. La comida rápida ha hecho que sea conveniente para el estadounidense ocupado recoger algo de camino a casa o de camino a una reunión. Nuestro cuerpo se adapta a esto y comienza a desearlo, y la ciencia ha demostrado que es adictivo. Una vez enganchado, volver a un estilo de vida saludable puede ser desafiante y difícil. Todos sabemos que crear una dieta y cumplirla puede ser difícil, pero un estudio reciente ha demostrado que podemos engañar a nuestro cerebro para que coma sano. .
Este estudio piloto se publicó en la revista Nutrition &Diabetes. La investigación afirma que cambiar nuestro comportamiento alimentario puede alterar la forma en que nuestro cerebro reacciona a los alimentos ricos en calorías y bajos en calorías. En el estudio, los investigadores dividieron a 13 participantes obesos y con sobrepeso en un grupo de control y un grupo experimental. Antes de que se realizara el estudio, ambos grupos se sometieron a una resonancia magnética funcional para monitorear la respuesta de su actividad cerebral a varios alimentos.
El grupo de control pudo hacer su rutina normal y continuar con su vida diaria. El grupo experimental participó en un programa de intervención conductual. El programa de intervención conductual incluía menús controlados por porciones y sesiones de grupos de apoyo. También se pidió a los participantes que redujeran su consumo de calorías entre 500 y 1000 calorías y que añadieran una dieta alta en fibra y proteínas. Durante el transcurso del estudio, el grupo experimental perdió 14 libras en promedio.
Después de 6 meses, ambos grupos se sometieron a una segunda resonancia magnética funcional. Durante la resonancia magnética funcional, a los participantes se les mostraron imágenes de alimentos bajos y altos en calorías. Los investigadores midieron una vez más la forma en que el cerebro respondía a estas imágenes. En estudios anteriores, los alimentos ricos en calorías habían demostrado activar el centro de placer del cerebro al liberar dopamina. Pero después de examinar al grupo experimental después de 6 meses de alternar su dieta, el grupo experimental muestra una respuesta ligeramente diferente a las imágenes de alimentos ricos en calorías.
Este estudio es solo el comienzo de mostrar lo que le puede pasar al cerebro cuando comienzas a alterar la dieta del cerebro. El investigador en el estudio, sin embargo, afirma que se necesita más investigación sobre este tema para ser completamente concluyente. Pero resalta que al hacer cambios menores en la dieta, podemos entrenar nuestro cerebro para disfrutar de una dieta saludable.
Lea más sobre la investigación en CNN