Alfonso Senovilla, un activista vegano, es el Veterinario de Salud Pública oficial del Ministerio de Salud Pública en la comunidad de Castilla-La Mancha en España. Su amplia trayectoria en defensa animal y su experiencia de primera mano en granjas y mataderos le han convertido en un reconocido experto en protección animal. Senovilla también se presentó como candidato al Parlamento Europeo en las últimas elecciones. Aquí, da una entrevista con Million Dollar Vegan sobre pandemias, antibióticos y por qué ser vegano tiene tanto sentido.
Alfonso, ¿comer animales nos enferma?
Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), aproximadamente el 75 por ciento de las nuevas enfermedades que se han detectado en humanos en las últimas décadas se originaron en animales. En cuanto a la última pandemia que estamos padeciendo actualmente, cada vez aparecen más pruebas de que su origen es la transmisión del virus de animal a humano.
Todo apunta a los murciélagos como reservorio natural del patógeno, actuando los pangolines como intermediarios. Esto ha llevado a algunos científicos a optar por la eliminación total de la venta de estos animales en mercados húmedos para evitar la transmisión de enfermedades zoonóticas.
¿Son estas transmisiones de animales a humanos algo que ya era bien conocido en la ciencia?
Así es, enfermedades zoonóticas; la transmisión de enfermedades de animales a humanos no es nada nuevo. Tenemos experiencia de episodios anteriores con graves consecuencias para la salud pública como el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) en 2002, o el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) en 2012. En ambos casos se identificó el origen en murciélagos, lo que requirió la participación de otros especies como las civetas o los camellos para transmitir el virus a los humanos. Sin embargo, también es importante recordar que en 2009, la gripe porcina (H1N1) se originó en las granjas porcinas mexicanas y, según algunas fuentes, causó la muerte de más de 285 000 personas.
Estos eventos, vistos junto con la estimación de que el 60-75 por ciento de las enfermedades emergentes o reemergentes son zoonóticas, nos obligan a reconsiderar nuestra relación con las otras especies animales del planeta, no solo desde un punto de vista ético sino también de salud pública.
Los mercados asiáticos de animales salvajes se han mencionado una y otra vez, pero ¿qué sucede con los animales que se comen en nuestro país?
Es fundamental que dejemos de comerciar con animales salvajes, que dejemos de consumirlos y que comencemos a respetar sus hábitats. De esa manera, haremos más difícil que un patógeno se transmita de animales salvajes a animales domésticos y a humanos. También erradicará el sufrimiento de estos animales cuando son enjaulados y traficados por esos comerciantes. Además, estaríamos ayudando a restaurar el equilibrio ambiental que ha sido tan impactado por las acciones de los humanos.
Sin embargo, no es únicamente la explotación de animales salvajes lo que puede causar enfermedades en los humanos. Las epidemias también pueden originarse en animales de granja. Como mencioné, la gripe porcina (H1N1) se originó en una granja porcina mexicana y existen muchas otras enfermedades zoonóticas que son peligrosas para la salud humana, como la tuberculosis, la brucelosis y las enfermedades parasitarias.
Entonces, ¿no es posible salvaguardar la salud pública mientras se consumen animales?
La forma en que los animales son explotados para el consumo hoy en día no solo tiene graves consecuencias para su bienestar, causadas por las condiciones de hacinamiento en las que son criados, seleccionados genéticamente y otros factores, sino también las horrendas consecuencias ambientales causadas por la ganadería intensiva. , que también causan problemas de salud pública. Esto incluye el aumento de la resistencia a los antibióticos, que se utilizan con entusiasmo en la agricultura intensiva.
Cuéntanos un poco sobre los problemas del uso de antibióticos
Según el Dr. Kazuaki Miyagishima, director del Departamento de Seguridad Alimentaria y Zoonosis (FOS) de la Organización Mundial de la Salud: “El volumen de antibióticos utilizados en animales sigue aumentando en todo el mundo, impulsado por una creciente demanda de alimentos de origen animal, a menudo producidos a través de la cría intensiva de animales .”
El uso masivo de antibióticos en la ganadería se debe a la necesidad de prevenir o tratar enfermedades provocadas por las mismas condiciones en las que viven. Con el objetivo de extraer una gran cantidad de productos cárnicos en poco tiempo, los animales se mantienen en condiciones de hacinamiento severo que los hacen más rentables pero muy vulnerables a las enfermedades.
Según datos de ESVAC (European Surveillance of Veterinary Antimicrobial Consumption) de 2014, España encabeza la lista de países de la Unión Europea con mayor uso de antibióticos en animales, con dosis de 418,8 mg por kilo de carne.
Tú mismo eres vegano, ¿cómo hiciste el cambio?
La clave era mi perro. Lo amaba y me di cuenta de que no era diferente a un cerdo o una vaca que me estaba comiendo. Haber trabajado como veterinario en varias granjas de animales y haber trabajado también como veterinario oficial en un matadero durante 11 años ayudó en el proceso.
En un lugar como un matadero, donde se sacrifican miles de animales, donde el miedo y la angustia son visibles y los efectos de una vida de encarcelamiento y explotación son claros y presentes, un ápice de empatía es suficiente para hacerte vegano. Es la única forma de dejar de sentir la culpa de participar en su sufrimiento.
Finalmente, ¿cuáles serían sus recomendaciones para prevenir nuevas pandemias?
Tenemos que aceptar que 'one health' (múltiples sectores trabajando juntos para mejorar la salud pública) no es simplemente un objetivo, sino que debe convertirse en una realidad, una realidad a la que no vamos a llegar hasta que comencemos a respetar a otros animales y mejorar sus condiciones de vida.
Esto implica el cese de la industria ganadera intensiva, comenzando por un consumo responsable de productos de origen animal y optando por una alimentación basada en plantas. Esa sería la única manera de alcanzar niveles adecuados de salud y bienestar animal, salud pública y condiciones ambientales.
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