Cómo evitar que los desencadenantes alimentarios te hagan comer

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¿Alguna vez comes cuando no tienes hambre? Hay varios desencadenantes posibles que pueden llevar a comer cuando su cuerpo no tiene realmente hambre. Las siguientes son algunas de las causas de comer por estrés y otras comidas por razones distintas al hambre, así como formas de detenerlo para que pueda salir de la rutina.

Desencadenantes comunes para comer

¿Por qué muchas personas, posiblemente incluso usted mismo, comen cuando en realidad no tienen hambre? Algunas personas comen por estrés o emocionalmente, o recurren a la comida como una forma de lidiar con el estrés u otros desencadenantes como la ansiedad, el miedo, la duda, la confusión o la soledad. Si a veces tomas una dona o te acurrucas con un tazón de macarrones con queso cuando tus sentimientos comienzan a tomar el control, sabes lo que es comer por estrés.

El aburrimiento puede ser un desencadenante. También lo puede hacer la disponibilidad de alimentos. La mayoría de los estadounidenses son víctimas de los alimentos desencadenantes en algún momento u otro, por lo que ciertamente no está solo si lo hace también. Estos son algunos desencadenantes comunes.

Aburrimiento

Si el trabajo ha terminado, los mandados están completos y la casa está limpia, tal vez escarbar en la pinta de helado para ver cuántas tazas de chocolate con mantequilla de maní hay puede ser bastante entretenido.

Estrés

Un desencadenante puede ser un mal día en el trabajo, una pelea con un ser querido o una decepción contigo mismo si te perdiste un entrenamiento. ¡Es cierto que el balde de pollo frito no exigirá un plazo ajustado, ni te contestará ni te pedirá que vayas al gimnasio!

Soledad

¿Alguna vez te encuentras comiendo comida reconfortante por la noche, después de la cena, cuando estás solo en casa? Es posible que te sientas solo y uses la comida como un amigo.

Confusión

La incertidumbre o confusión acerca de una situación o qué hacer al respecto puede ser un desencadenante para comer. Tal vez tomar una porción de pizza sea una decisión clara que te permita alejarte por un momento o dos de la confusión de la vida real. ¡Lástima que la pizza no te ayude a pensar en tu confusión!

Falta de control

Comer puede ser un mecanismo de afrontamiento porque hace que las personas se sientan en control. Es importante recordar que esta percepción de "control" dura unos pocos minutos en el mejor de los casos, y una mejor manera de tener el control es evitar comer.

Tiempo de pantalla

Ver televisión y jugar juegos en línea y fuera de línea, desplazarse por las redes sociales y navegar por Internet en teléfonos, tabletas y pantallas de computadora están relacionados con una mayor ingesta calórica. El tiempo frente a la pantalla es un desencadenante común para comer cuando las personas se sientan con refrigerios que generalmente no son saludables, como papas fritas, galletas o bocados de pizza congelada.

Falta de sueño

Una sola noche de muy poco sueño puede eliminar las hormonas, lo que provoca más hambre y antojos, y menos satisfacción. La privación crónica del sueño puede hacer que estos efectos sean crónicos.

Comida

Por último, pero no menos importante, la comida desencadena el comer. Las posibilidades de comer alimentos que no son los más saludables aumentan cuando hay pastel y helado en una fiesta de cumpleaños, galletas y papas fritas en el mostrador de la cocina, dulces en el mostrador de recepción, pizza en el comedor y atún derretido con papas fritas y un refresco en un restaurante.