3 cambios en la dieta para reducir el riesgo de cáncer de mama

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Una dieta saludable siempre es buena para ti, pero estudios recientes han demostrado que las dietas con menos grasas saturadas y más verduras y frutas crudas pueden reducir considerablemente el riesgo de cáncer de mama en mujeres mayores de cuarenta años.

Aunque el cáncer de mama no está directamente relacionado con un cambio dietético específico, una alimentación más saludable puede mantener su cuerpo en forma para combatir la enfermedad. Una dieta saludable estimulará tu sistema inmunológico, regulará tu metabolismo y te ayudará a reducir el riesgo de contraer cáncer de mama.

¿Qué puede hacer para reducir el riesgo de cáncer de mama?

Evite las grasas saturadas

Si puede limitar la cantidad de alimentos grasos que consume al 25% de su ingesta diaria, entonces reducirá considerablemente su riesgo de cáncer de mama. Las grasas saturadas que se encuentran en las carnes, la mantequilla, las tortas y los pasteles influyen negativamente en la salud corporal y el sistema inmunológico. Más importante aún, las grasas que se encuentran en los productos lácteos como la crema y el queso tienen más probabilidades de aumentar su riesgo de cáncer que otros alimentos grasos.

Evite estos elementos por completo y reemplácelos con grasas poliinsaturadas saludables como las que se encuentran en los aceites de origen vegetal, como el aceite de cártamo y semillas como el lino, el cáñamo y el sésamo. Un simple cambio en la dieta como este puede ayudarlo a mantenerse saludable.

Adopte una dieta basada en plantas 

Los estudios han demostrado que evitar los alimentos grasos y aumentar la ingesta de frutas y verduras crudas puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama.

Las frutas y verduras de colores brillantes, como los pimientos rojos, los tomates y las zanahorias, son excelentes para su cuerpo, porque los carotenoides que les dan color a estos alimentos ayudan a aumentar la fortaleza de su sistema inmunológico. De hecho, todas las frutas y verduras contienen antioxidantes vitales que son clave para mantener su sistema inmunológico fuerte y saludable.

Para incorporar más de estas golosinas de colores en su dieta, considere comprar una nueva fruta o verdura cada vez que vaya de compras. Además, ponerse a dieta no significa reducir su acceso a alimentos deliciosos.

En cambio, amplíe su paleta y pruebe cosas que nunca antes había probado. Haga su propia pasta con calabaza, agregue col rizada a su batido de frutas favorito y agregue un poco de repollo crudo a una receta clásica de ensalada de papa. Todo esto creará una nueva experiencia de sabor y puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer.

Consume más fitoestrógenos (si eres posmenopáusica)

Para las mujeres posmenopáusicas, las altas cantidades de estrógeno humano pueden aumentar las probabilidades de que se les diagnostique cáncer de mama, y ​​comer más de ciertos tipos de frutas y verduras puede afectar la cantidad de estrógeno en su cuerpo.

Al consumir una dieta basada en plantas rica en fitoestrógenos, puede disminuir sus riesgos de cáncer al aumentar la cantidad de estrógeno vegetal en su cuerpo. Esto se debe a que el estrógeno vegetal, o fitoestrógeno, disminuye la densidad del tejido mamario en mujeres posmenopáusicas, mientras que el estrógeno humano la aumenta. El tejido mamario denso tiene más probabilidades de desarrollar tumores que el tejido menos denso, lo que aumenta los riesgos de diagnósticos de cáncer de mama.

Sin embargo, al comer ñame silvestre, ginseng, tomillo, lúpulo, lino, frijoles (pintos, lima y guisantes), brócoli, repollo y albaricoques, puede aumentar su consumo de fitoestrógenos y reducir su riesgo de cáncer. También puede considerar agregar harina de lino a los batidos o cereales para darle a su cuerpo un impulso adicional, ya que las semillas de lino tienen un alto contenido de fibra y lignanos, que se consideran fitoestrógenos.

En conclusión

Comer más frutas y verduras y disminuir la ingesta de alimentos grasos hará maravillas para su salud y su cuerpo. Sin embargo, recuerde que, aunque su dieta puede aumentar considerablemente la fortaleza de su sistema inmunológico y mantener su cuerpo fuerte, no es una forma infalible de evitar el cáncer de mama.

Para asegurarte de no tener cáncer de mama, sé consciente de tu cuerpo. Autoexamínese los senos para asegurarse de que no se formen bultos inusuales. Conozca su historial médico familiar, ya que el riesgo de cáncer de mama es alto entre las mujeres que tienen familiares con la enfermedad. Por último, pero no menos importante, haz que el médico te revise los senos con regularidad, especialmente si tienes más de 40 años (tienen más posibilidades de sentir algo que no está del todo bien).

Al modificar su estilo de vida para adoptar mejores hábitos alimenticios y ser más consciente de su cuerpo, puede reducir en gran medida su riesgo de cáncer de mama y llevar una vida más saludable.