La mayoría de las personas tienen la creencia inculcada de que si tragan una semilla de sandía, la fruta crecerá dentro de su vientre. A decir verdad, este no es el caso.
De hecho, las semillas de sandía deberían ser consumido Es mejor si guarda las semillas y las germina y las descascara (las cáscaras se caerán naturalmente una vez que se empapen en agua y broten durante un par de días). Luego, las semillas se pueden secar después de germinar en un deshidratador o en un horno, y se pueden guardar para consumirlas cuando sea necesario.
Están repletos de proteínas (¡solo 1/8 de una taza te proporciona 10 gramos de proteína pura de origen vegetal!) y cargados de vitaminas y minerales que ayudan al cuerpo a florecer y prosperar. Las semillas de sandía no solo están llenas de nutrición, sino que también se deben considerar los beneficios para la salud de la sandía en sí. La fruta de la sandía apoya el flujo saludable de toxinas y desechos de los riñones y es increíblemente alcalina. Ayuda a reducir la grasa corporal, mejora la salud de nuestros ojos y mucho más.
Escoger la sandía perfecta también puede ser un poco misterioso, pero si lees mi artículo sobre 5 trucos para escoger la sandía perfecta cada vez, ¡nunca te decepcionarás!
Por qué debería comer semillas de sandía
Entonces, en lugar de tirar las semillas de sandía, ¡aquí hay algunas razones por las que deberías comerlas!
1. Lleno de magnesio
¡Un cuarto de taza de semillas de sandía proporciona hasta el 65 % de sus necesidades diarias de magnesio! Más del 80% de la población estadounidense tiene una deficiencia crónica de magnesio, por lo que es importante consumir alimentos con un alto contenido de este mineral. El magnesio es necesario para más de 300 reacciones bioquímicas en el cuerpo y, por lo tanto, una deficiencia de este mineral podría provocar una serie de problemas diferentes en el cuerpo (como enfermedades crónicas).
2. Rica en Licopeno
Este antioxidante tiene muchos beneficios para la salud estudiados (1). Se ha demostrado que está asociado con una disminución del riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. El licopeno también actúa como un protector solar interno y protege la piel de las quemaduras solares y ayuda a reducir los signos del envejecimiento.
3. Alto en aminoácidos
Las semillas de sandía contienen 18 de los 20 aminoácidos que tu cuerpo necesita para desarrollar proteínas (también conocido como músculo saludable). Nueve de estos aminoácidos son los que su cuerpo no puede producir por sí solo, como histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, tirosina, triptófano y valina. Estos aminoácidos tienen sus propios beneficios, como la arginina, que puede mejorar el metabolismo y la salud sexual y cardíaca.
4. Vitaminas B
Las semillas también son ricas en vitaminas B como niacina, ácido fólico, ácido pantoténico, tiamina y riboflavina. Las vitaminas B son importantes para nuestro sistema nervioso y, sin ellas, muchos de nuestros procesos corporales se detendrían. La niacina es necesaria para la salud de la piel y el tejido muscular, promueve la agudeza mental y ayuda en la digestión de grasas, proteínas y carbohidratos. El folato es necesario especialmente durante el embarazo, mientras que el ácido pantoténico ayuda en el metabolismo de los alimentos, regula el sistema nervioso y promueve una piel sana. ¡La tiamina ayuda a aumentar la energía y la riboflavina ayuda en la producción de glóbulos rojos para ayudar a prevenir la anemia!
5. Cargado con Cobre
Las semillas de sandía también están cargadas de cobre (¡hasta un 34% por solo media taza!). El cobre ayuda en la producción de melanina, el pigmento que da color al cabello y la piel. Ayuda con la formación de colágeno y aumenta la absorción de hierro, mientras que también desempeña un papel en la producción de energía.
6. Contiene ácidos grasos esenciales
Las semillas de sandía contienen ácidos grasos esenciales (AGE) como omega-3 y omega-6 (2). Estos ácidos grasos se utilizan como componentes básicos de las membranas internas del cuerpo, así como para los precursores de ciertas hormonas y para el almacenamiento de energía a largo plazo. Los ácidos grasos esenciales pueden ayudar en la prevención de afecciones articulares como la artritis, así como trastornos de la piel como el eczema y el acné. También son necesarios para la salud adecuada del corazón.
7. Alto en fósforo
Necesitamos fósforo para mantener nuestro metabolismo en funcionamiento y ayudar a aumentar los niveles de energía. Afortunadamente, las semillas de sandía están llenas de cosas (¡hasta un 76% por media taza!). El fósforo es crucial para mantener huesos fuertes, ya que ayuda a formar una densidad mineral ósea que previene fracturas óseas, roturas y osteoporosis. ¡También desintoxica el cuerpo a través de la micción y la excreción, y equilibra el nivel de pH del cuerpo y mejora la digestión!
8. Rico en zinc
El zinc es un mineral en el que la mayoría de las personas tienen deficiencia, y no es del todo bueno para el cuerpo tener un nivel tan bajo de este mineral. El zinc es necesario para un sistema inmunológico saludable y es especialmente importante para combatir el cáncer en el cuerpo. El zinc también equilibra las hormonas y es necesario para la producción de estrógeno y progesterona en las mujeres. El zinc también es necesario para mantener la salud de las células en el sistema cardiovascular y ayuda a reducir los niveles de inflamación y estrés oxidativo (3).