Investigadores de la Universidad de Tokio desarrollan un método de cultivo de carne en el laboratorio en forma de músculo de res contráctil a escala milimétrica que simula de cerca la carne de bistec. Crédito:Instituto de Ciencias Industriales, Universidad de Tokio
Los seres humanos son en gran parte omnívoros, y la carne en diversas formas siempre ha figurado en la dieta de la mayoría de las culturas. Sin embargo, con el aumento de la población y la presión sobre el medio ambiente, es probable que los métodos tradicionales para satisfacer este requisito alimentario fundamental se queden cortos. Ahora, científicos de la Universidad de Tokio informan sobre una innovadora biofabricación de tejido muscular bovino en el laboratorio que puede ayudar a satisfacer la creciente demanda futura de carne dietética.
Con la urbanización global, la economía de la cría de animales se está volviendo insostenible. Desde un punto de vista ambiental, los costos de la tierra y el agua de la ganadería moderna a gran escala son insostenibles, al igual que las emisiones de gases de efecto invernadero y el costo total del planeta. Además, las preocupaciones éticas contra la explotación inhumana de especies inferiores para la alimentación se expresan cada vez más.
Para hacer frente a los requisitos futuros, se está desarrollando la ingeniería de tejidos de carne cultivada en varios centros de todo el mundo. Sin embargo, la mayoría de los productos cárnicos biosintéticos son carne picada amorfa o granular, que carece del grano y la textura de la carne animal real. Mai Furuhashi, autora principal, explica su proceso novedoso. “Usando técnicas desarrolladas para la medicina regenerativa, logramos cultivar trozos de carne de tamaño milimétrico en los que la alineación de los miotubos ayuda a imitar la textura y la sensación en la boca del bistec. Para ello, se cultivaron mioblastos extraídos de carne vacuna comercial en módulos de hidrogel que podían apilarse para permitir la fusión en trozos más grandes. Determinamos el andamiaje y la estimulación eléctrica óptimos para promover la contractilidad y la alineación anatómica del tejido muscular para simular mejor la carne de bistec”.
El autor principal, Yuya Morimoto, describe el producto sintetizado. “Nuestros análisis morfológicos, funcionales y de las características de los alimentos mostraron que el tejido muscular cultivado promete ser un sustituto creíble del bistec. Las mediciones de la fuerza de rotura mostraron que la dureza se acercaba a la de la carne natural con el tiempo. Significativamente, la contaminación microbiana fue indetectable; esto tiene implicaciones para la limpieza, la aceptabilidad del consumidor y la vida útil”.
"Nuestro método allana el camino para un mayor desarrollo de porciones más grandes de carne cultivada realista que puede complementar o reemplazar las fuentes animales", afirma Shoji Takeuchi, autor principal y correspondiente. “Sin embargo, queda un largo camino por recorrer antes de que la carne cultivada en laboratorio sea indistinguible de la real y se superen los obstáculos relacionados con la aceptación del consumidor y las sensibilidades culturales. Sin embargo, esta innovación promete ser una alternativa ecológica y ética al sacrificio de animales para satisfacer nuestra necesidad de carne dietética”.
Referencia:"Formación de tejido muscular bovino 3D contráctil para la construcción de bistec cultivado de un milímetro de espesor" por Mai Furuhashi, Yuya Morimoto, Ai Shima, Futoshi Nakamura, Hiroshi Ishikawa y Shoji Takeuchi, 2 de marzo de 2021, npj Science of Food .
DOI:10.1038/s41538-021-00090-7