Comer una dieta nórdica tradicional y equilibrada se asoció con tasas de mortalidad más bajas en un estudio de cohorte danés, publicado por investigadores de la Sociedad Danesa del Cáncer, la Universidad de Aarhus y el Hospital de Aalborg, Dinamarca.
La dieta mediterránea, consumida tradicionalmente por las poblaciones del sur de Europa, se caracteriza por un alto consumo de legumbres, frutas, cereales, pescado y aceite de oliva, un consumo moderado de lácteos y vino y un bajo consumo de carnes rojas. Este patrón dietético se ha relacionado con menores riesgos de enfermedades como diabetes, enfermedades cardíacas o cáncer, y con una menor mortalidad. La adopción de la dieta mediterránea ha sido ampliamente recomendada, pero es difícil cambiar estilos de vida arraigados en la cultura y determinados por la disponibilidad. En el norte de Europa, sin embargo, los patrones de alimentación tradicionales difieren; Las dietas nórdicas modernas, caracterizadas por un alto consumo de azúcar, margarinas, productos lácteos ricos en grasas, carnes rojas y un bajo consumo de frutas y verduras, tienen un impacto negativo en la salud; sin embargo, hay componentes nutritivos de la dieta tradicional.
El equipo de investigadores daneses analizó las dietas y la mortalidad de 57 053 daneses de entre 50 y 64 años, un subconjunto del estudio de cohorte Dieta, cáncer y salud (1993-1997).
Las dietas se evaluaron mediante un Cuestionario de frecuencia de alimentos y se calificaron frente a un índice de alimentos nórdicos saludables (puntuación de 0 (baja adherencia) a 6 (alta adherencia)). El índice se creó a partir de alimentos tradicionales que también se considera que tienen efectos beneficiosos para la salud:pescado, coles, pan de centeno, avena, manzanas y peras y tubérculos.
En el seguimiento de 12 años, 4126 de los participantes fallecieron. Las dietas que alcanzaron un punto más alto en la puntuación del índice se asociaron con proporciones de tasa de mortalidad significativamente más bajas (en hombres y mujeres; 0,96 MRR, tasa de mortalidad 4 % más baja, después del ajuste por factores de confusión).
Un análisis separado para cada alimento con mortalidad sugirió los mayores beneficios del pan integral de centeno para los hombres, y también de las coles (para hombres y mujeres) y las hortalizas de raíz (para las mujeres), es decir, quienes comieron estos alimentos habían vivido más tiempo.
Este estudio demuestra que es posible lograr una dieta saludable que promueva la longevidad, dentro de un contexto cultural, en esta población basada en alimentos tradicionales nórdicos.
Para más información:
Olsen A et al. (2011). Los aspectos saludables de la dieta nórdica están relacionados con una menor mortalidad total. Revista de nutrición 141(4):639-644.