Un dicho romano dice que la gente "come con los ojos" tanto como con el paladar. El azafrán y otras especias se usaban a menudo para proporcionar un color amarillo intenso a varios alimentos, incluso en las civilizaciones antiguas. Por no hablar de los niños, incluso los adultos se sienten atraídos por los alimentos de color.
Pero, ¿qué son los colorantes alimentarios? Técnicamente hablando, un aditivo de color es cualquier tinte, pigmento o sustancia que puede impartir color cuando se agrega o aplica a un alimento, medicamento, cosmético o al cuerpo humano. Los colorantes alimentarios se utilizan en prácticamente todos los productos alimenticios, ya sean lácteos, confitería, bebidas, panadería e incluso cereales.
Tipos y Certificación
Los colorantes alimentarios que se utilizan hoy en día son tanto sintéticos como naturales. Los colorantes alimentarios naturales para uso industrial o doméstico no necesitan ninguna certificación, pero los sintéticos deben estar certificados por sus estándares de seguridad por organizaciones como la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) en los Estados Unidos de América. Los colores marcados E.C. están certificados por la Comunidad Europea. Tienen sus propios métodos de prueba y sistemas de numeración. El proceso de "aprobación" o certificación de colorantes, asegura la seguridad, calidad, consistencia y fuerza del colorante antes de su uso en alimentos.
Independientemente de que la fuente sea natural o sintética, los colorantes deben estar certificados para que su seguridad se agregue a cualquier alimento. Por lo general, para fines comerciales, se prefieren los colores artificiales ya que son más estables, brindan una mejor uniformidad del color y se mezclan fácilmente. Los aditivos de color certificables generalmente no imparten sabores indeseables a los alimentos, mientras que el color derivado de los alimentos puede producir tales efectos. La cantidad de colorante que se usa en un alimento en particular también tiene que ser regulada y esta regulación se conoce como Buenas Prácticas de Manufactura.
Los aditivos de color certificados se conocen como tintes o lacas. Los tintes son solubles en agua y se pueden usar en bebidas, mezclas secas, productos horneados, dulces, productos lácteos, alimentos para mascotas y otros productos. Los lagos son insolubles en agua y son más estables que los tintes. Se prefieren en alimentos que contienen grasas y aceites o aquellos que no tienen demasiada humedad como tabletas, mezclas para pasteles, dulces y chicles.
Por qué usar aditivos de color
Aunque hay una creciente conciencia de que los aditivos de color deben usarse al mínimo, el hecho es que la comida ni siquiera se ve presentable a veces sin ellos y parece no comestible. Los colores se utilizan para aportar una variación y mantener el atractivo natural de la comida en conserva. Otros usos incluyen:
- Para preservar la pérdida de color debido a la exposición a condiciones ambientales extremas.
- Para corregir las variaciones naturales de color.
- Para realzar los colores que ocurren naturalmente.
- Para proporcionar una identidad colorida a los alimentos.
- Para proteger los sabores y las vitaminas que pueden verse afectados por la luz solar durante el almacenamiento.