La Dieta Mediterránea tiene ciertos tipos de alimentos y tamaños de porciones. Si se come durante varios años, se ha demostrado que reduce los riesgos de desarrollar enfermedades cardíacas, cáncer, presión arterial alta (hipertensión), diabetes tipo 2, enfermedad de Parkinson y enfermedad de Alzheimer. Es una dieta rica en verduras, frutas, guisantes y frijoles (legumbres) y cereales. También contiene cantidades moderadas de pollo y pescado. La cocina de la región tiene poca carne roja y la mayor parte de la grasa es insaturada y proviene del aceite de oliva y las nueces.
Estos son los alimentos básicos favoritos de la Dieta Mediterránea de Health Fitness Revolution:
- Pimientos: Se utilizan frescos, secos, asados y molidos en salsas y pastas complejas, los pimientos añaden color a los platos mediterráneos. Todos los tipos de pimientos son ricos en vitaminas A y C, fibra, ácido fólico, betacaroteno y vitamina K. Los pimientos rojos también aportan licopeno, así como luteína y zeaxantina, que protegen contra la degeneración de la vista.
- Tomates: se utilizan frescos, enlatados y en forma de pasta. ¡Son tan versátiles que se pueden disfrutar todos los días! Los tomates están llenos de vitamina C y licopeno, un antioxidante protector del corazón que también puede ayudar a prevenir algunos tipos de cáncer (particularmente el de próstata).
- Aceite de oliva: ¡No puedes tener un plato mediterráneo sin aceite de oliva! Muy apreciado desde la antigüedad (los ganadores olímpicos originales recibían jarras), el aceite de oliva es imprescindible a la hora de preparar verduras. Es rico en grasas monoinsaturadas y polifenoles antioxidantes. También explica gran parte de las bajas tasas de enfermedades cardíacas de esa región.
- Mariscos y Camarones: Dado que los mediterráneos viven cerca del mar, los mariscos son una proteína básica en esta dieta. Mientras que los tipos de mariscos más grasos, como el atún, proporcionan ácidos grasos omega-3 saludables para el corazón, los especímenes magros, como los camarones, los calamares y la lubina, brindan una gran cantidad de proteínas, niacina y selenio, que es excelente para el cabello, la piel y las uñas.
- Nueces: Los árboles de nueces son casi tan comunes como los olivos en Italia. Las nueces se saborean como bocadillos, se muelen en salsas y se espolvorean en ensaladas. Están cargados de grasas monoinsaturadas buenas para el corazón. Las nueces también son fuentes ricas en proteínas, fibra, vitamina E, ácido fólico, calcio y magnesio. La proteína de nuez también tiene un alto contenido de arginina, un aminoácido que ayuda a mantener los vasos sanguíneos saludables.
- Berenjena: Además de presentar una gran cantidad de vitaminas y minerales, la berenjena también contiene fitonutrientes importantes, muchos de los cuales tienen actividad antioxidante, propiedades antivirales y anticancerígenas. Los fitonutrientes contenidos en la berenjena incluyen compuestos fenólicos, como ácido cafeico y clorogénico, y flavonoides.
- Garbanzos: El hummus es un establo de las dietas mediterráneas y un excelente refrigerio para llevar al trabajo (escribimos aquí sobre refrigerios saludables para el trabajo). Comidos a diario, combinados con cereales y almidones, los frijoles proporcionan proteínas de alta calidad junto con ácido fólico, calcio, hierro y zinc. También ofrecen beneficios como dosis saludables y abundantes de fibra (tanto soluble como insoluble), fitatos y fitoesteroles; Los estudios muestran que los frijoles pueden ayudar a controlar la diabetes, prevenir el cáncer de colon y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
- Brócoli Rabe: Es muy popular en la cocina italiana ya que forma parte de la familia de las coles. Es una fuente inagotable de nutrición que proporciona mucha vitamina C, potasio, calcio y fibra, así como carotenoides e indoles e isotiocianatos que combaten el cáncer.