El chef de hamburguesas Jamie Oliver ha ganado su larga batalla contra una de las cadenas de comida rápida más grandes del mundo:McDonalds. Después de que Oliver mostrara cómo se hacen las hamburguesas de McDonald's, la franquicia finalmente anunció que cambiará su receta y, sin embargo, apenas se habló de esto en los principales medios corporativos.
Oliver explicó repetidamente al público, durante varios años, en documentales, programas de televisión y entrevistas, que las partes grasas de la carne de res se “lavan” en hidróxido de amonio y se usan en el relleno de la hamburguesa. Ante este proceso, según el presentador, el alimento se considera no apto para el consumo humano. Según el chef y aficionado a las hamburguesas, Jamie Oliver, que ha emprendido una guerra contra la industria de la comida rápida, “Básicamente, estamos tomando un producto que se vendería de la manera más barata para perros, y luego de este proceso, se le está dando a los seres humanos.”
Además de la baja calidad de la carne, el hidróxido de amonio es perjudicial para la salud. Oliver acuñó esto como "el proceso de baba rosa".
“¿Por qué cualquier ser humano sensato pondría carne llena de amoníaco en la boca de sus hijos?” preguntó Oliver.
En una de sus coloridas demostraciones, Oliver demuestra a los niños cómo se hacen las pepitas. Tras seleccionar las mejores partes del pollo, los restos (grasa, piel y órganos internos) se procesan para estos fritos.
En respuesta a toda la mala prensa que ha recibido este proceso por parte de Oliver, la empresa Arcos Dorados, gerente de franquicias de McDonalds en América Latina, dijo que en su región no se practica dicho procedimiento. Lo mismo, cabe señalar, se aplica al producto en Irlanda y el Reino Unido, donde utilizan carne de proveedores locales.
En Estados Unidos, sin embargo, Burger King y Taco Bell ya habían abandonado el uso de amoníaco en sus productos. La industria alimentaria utiliza hidróxido de amonio como agente antimicrobiano en las carnes, lo que ha permitido que McDonald's utilice "carne no comestible".
Lo más inquietante de todo es el hecho espantoso de que, debido a que el USDA considera que el hidróxido de amonio es parte del "componente en un procedimiento de producción", es posible que los consumidores no sepan cuándo el químico se encuentra en sus alimentos.
En el sitio web oficial de McDonald's, la empresa afirma que su carne es barata porque, si bien sirven a muchas personas todos los días, pueden comprar a sus proveedores a un precio más bajo y ofrecer productos de la mejor calidad. Pero si la “baba rosada” era realmente la “mejor calidad” que McDonalds puede reunir en los EE. UU., ¿por qué pudieron hacerlo mejor en América Latina y Europa? Más concretamente, ¿por qué aparentemente les va mejor ahora en los Estados Unidos?
Estas preguntas quedan sin respuesta por parte de la franquicia que ha negado que la decisión de cambiar la receta esté relacionada con la campaña de Jamie Oliver. En el sitio, McDonald's ha admitido que han abandonado el relleno de carne de res de sus hamburguesas.
Publicado originalmente en Political Blindspot