Neoplasia maligna significa un tumor canceroso. Estos tumores siguen desarrollándose con una división y un crecimiento excesivos de las células. También pueden diseminarse a varios tejidos cercanos y otras partes del cuerpo. Las opciones de tratamiento pueden incluir quimioterapia, radioterapia o cirugía. La detección rápida también es crucial en este caso. Neoplasia en sí mismo significa crecimiento anormal de tejido. Maligno también significa que el tumor en cuestión es canceroso y es más probable que se extienda más allá de su punto de origen. Esta es la definición de tumor maligno comúnmente aceptada.
A menudo escuchará sobre neoplasias malignas de ganglios linfáticos o neoplasias malignas de mama, lo que significa que estas áreas han visto el desarrollo de tales tumores. La neoplasia podría indicar un crecimiento de tejido benigno o no canceroso o un crecimiento canceroso/maligno. Los primeros suelen desarrollarse lentamente sin extenderse a otras partes del cuerpo, mientras que los últimos crecen rápidamente y continúan propagándose a otras áreas. Neoplasia maligna generalmente significa cáncer, aunque también hay posibilidades de neoplasias benignas. Esta condición afecta a las personas mayores de 65 años, aunque es probable que las personas más jóvenes también se vean afectadas.
Tipos de neoplasias malignas
- Carcinomas – Representan casi el 90% de todos los casos relacionados con el cáncer, con origen en el tejido epitelial, incluidos los revestimientos de órganos o la piel. Las variedades comunes incluyen neoplasias malignas de mama, piel, cuello uterino, próstata, endometrio, cuello uterino, colon, pulmón o recto.
- Sarcomas – Este tipo comienza en los tejidos conectivos del cuerpo, incluidos los músculos, huesos, tendones, cartílagos y grasa. Los sarcomas comúnmente ocurren en adultos jóvenes y el sarcoma de tejidos blandos es una de las principales afecciones que vale la pena mencionar aquí.
- Mielomas – El mieloma múltiple indica un tipo de cáncer específico que se forma en las células inmunitarias/plasmáticas dentro de la médula ósea. Los tipos principales son activos (cancerosos) y latentes (etapa precancerosa).
- Leucemia – También se conocen como cánceres de la sangre y también afectan la médula ósea. La dolencia a menudo está relacionada con la producción de glóbulos inmaduros en mayor cantidad, lo que provoca fatiga, anemia y coagulación de la sangre.
- Linfomas – Este tipo de cáncer se origina en los ganglios linfáticos o glándulas. Pueden tener lugar en cualquier parte del cuerpo aunque los puntos comunes son la ingle, el cuello o la axila.
Los neoplasmas malignos pueden incluso diseminarse al cerebro a veces y los tipos de cáncer más comunes incluyen cáncer de piel, mama, riñón, colon y pulmón. Las neoplasias malignas todavía son raras entre las personas de hoy.
Causas y síntomas
Los síntomas pueden variar, según la ubicación del tumor. Por ejemplo, las personas con la afección en el seno pueden presenciar una secreción anormal de los pezones o dolor en el seno. Aquellos con neoplasia en el colon pueden tener dolor/irritación abdominal junto con cambios en las heces. Aquellos con la condición en la piel pueden presenciar lesiones/llagas. Algunos síntomas comunes incluyen fatiga, anemia, dificultad para respirar, pérdida de peso, diarrea, bultos/bultos anormales y sudores nocturnos.
Las causas pueden estar relacionadas con riesgos como trastornos genéticos, tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, obesidad, exposición excesiva a la radiación, toxinas químicas, exposición excesiva a los rayos UV (ultravioleta), etc. Las células cancerosas también pueden dividirse desde su punto de origen, atravesando el cuerpo para crear tumores más nuevos en un proceso conocido como metástasis.
Pruebas, Tratamiento y Diagnóstico
Aquí hay algunos consejos que vale la pena tener en cuenta a este respecto:
- La colonoscopia o una mamografía pueden ayudar en la detección del cáncer junto con una biopsia para determinar si el tumor es maligno/benigno.
- También se pueden necesitar tomografías computarizadas, resonancias magnéticas o tomografías por emisión de positrones.
- El tratamiento depende del tamaño y tipo del tumor y de la diseminación a otras partes del cuerpo.
- Si se localiza en una sola zona, se podría recomendar la cirugía.
- En caso de propagación, se puede recomendar radioterapia, quimioterapia o terapia con medicamentos dirigidos.
- La extirpación quirúrgica puede ser posible si el tumor aún está localizado y es pequeño. En este caso, se extirpará toda la masa del tumor y algunos otros tejidos circundantes.
- La quimioterapia se puede realizar para eliminar las células cancerosas y detener su propagación y se usa para tratar los tipos de cáncer primario y metastásico.
- Farmacoterapia dirigida:combate las proteínas que controlan el crecimiento de las células cancerosas, junto con su propagación y división. Hay terapias disponibles para varios tipos de cáncer.
- La radioterapia hace uso de rayos de energía más fuertes para la destrucción de estas células cancerosas en el cuerpo.
Estos son algunos de los principales puntos a recordar en caso de neoplasia maligna. La condición requiere un diagnóstico y pruebas extensos antes de que se elabore un plan de tratamiento. Sin embargo, la detección temprana y la consulta médica inmediata siempre son útiles para ayudar a las personas afectadas a vivir una vida libre de enfermedades.