Los niños amamantados tienen un menor riesgo de obesidad, lo que puede estar relacionado con la reducción de la expresión de la hormona leptina; según una investigación presentada hoy en la 58.ª reunión anual de la Sociedad Europea de Endocrinología Pediátrica. El estudio informó que las modificaciones genéticas conocidas por suprimir los niveles de leptina eran más comunes en los bebés amamantados que en los alimentados con fórmula, y que estas diferencias pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la obesidad. Comprender el vínculo entre la modificación genética de la leptina y el riesgo de obesidad podría impulsar estrategias para prevenir y tratar la obesidad infantil y sus complicaciones en el futuro; ya que más vale prevenir que curar.
La obesidad infantil se ha convertido en una epidemia mundial que puede conducir al desarrollo de condiciones graves y debilitantes en la edad adulta, incluidas enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2. Se cree que alrededor del 40-70% de los casos de obesidad tienen un componente genético, pero ninguno de los genes asociados con la obesidad identificados explica completamente su heredabilidad. La epigenética es un proceso que afecta la forma en que se expresan nuestros genes heredados y es un área de creciente interés médico, ya que puede ser moldeada por la experiencia y el entorno a lo largo de la vida. La leptina es una hormona involucrada en la regulación del balance energético y niveles más altos están asociados con la obesidad. Investigaciones anteriores han indicado que los niños amamantados tienen un menor riesgo de obesidad, pero no se ha investigado cómo esto puede estar relacionado con la regulación epigenética de la leptina.
En este estudio, la Dra. Omneya Magdy Omar y sus colegas del Hospital Infantil de la Universidad de Alexandria, Egipto, analizaron las modificaciones epigenéticas del gen de la leptina en 50 bebés de 6 meses, 25 de los cuales fueron amamantados. Las modificaciones epigenéticas que disminuyen los niveles de leptina fueron significativamente más comunes en los bebés alimentados con fórmula, y una de estas modificaciones también se asoció con un mayor peso corporal en los bebés que no amamantaron.
El Dr. Omar afirma:"Como sabemos que estas modificaciones genéticas en los bebés alimentados con fórmula reducen los niveles de leptina, que se asocian con la obesidad, estos hallazgos sugieren que los mecanismos epigenéticos pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la obesidad".
Aunque el Dr. Omar advierte:“Se necesitan más estudios para confirmar estos hallazgos, solo tuvimos 50 participantes en el estudio que se limitaron al área local. Además, no medimos los niveles de leptina ni seguimos lo que sucede a medida que crecen los bebés”.
El equipo planea realizar estudios multicéntricos más amplios que evalúen el papel a largo plazo de los factores genéticos y ambientales en la regulación epigenética de la leptina, para poner estos datos en contexto y explorar posibles intervenciones terapéuticas que podrían desarrollarse para prevenir y tratar la obesidad infantil.
El Dr. Omar comenta:"Aunque es preliminar, hemos demostrado un posible vínculo entre la lactancia materna y la reducción del riesgo de obesidad, y se suma a la creciente evidencia de que se recomienda la lactancia siempre que sea posible".